Alison, con la adrenalina corriendo por sus venas y una mirada que reflejaba la intensidad de la situación, agarró a Valentina por los hombros y la empujó lejos de Dayra. "¡Esto ha ido demasiado lejos, Valentina!" gritó, su voz resonando en las paredes del castillo. "¡No puedes lastimarla así!"
Valentina, atrapada en el torbellino de sus propias emociones, se debatía contra el agarre de Alison. Pero en un giro inesperado, su lucha cesó abruptamente. Sus ojos se abrieron de par en par, y una expresión de sorpresa y dolor se apoderó de su rostro. Alison, en su intento de proteger a Dayra, había ido demasiado lejos; en el forcejeo, había golpeado a Valentina con tal fuerza que la había herido gravemente.
Paulina, oyendo los gritos de dolor de Valentina, corrió hacia ella. "¡Qué has hecho, Alison!" exclamó, mientras se arrodillaba junto a su exnovia. Paulina miró a Alison, buscando respuestas en sus ojos, pero todo lo que encontró fue un reflejo de la horrorizada comprensión de sus propios actos.
Alison, con la respiración entrecortada, soltó a Valentina, que cayó al suelo. "Yo... yo solo quería... No pretendía..." balbuceó, su voz quebrada por la culpa.
Dayra, a pesar de su propio dolor, se arrastró hasta Valentina. "Ayúdenme", suplicó a las otras dos, "tenemos que hacer algo por ella". Juntas, las tres mujeres levantaron a Valentina y la llevaron a una de las estancias más seguras del castillo, donde trataron de atender sus heridas.
El silencio se apoderó del grupo mientras trabajaban para salvar a Valentina. La tensión anterior se había disipado, reemplazada por un miedo compartido a perder a una de las suyas. Dayra, con lágrimas en los ojos, susurró palabras de aliento a Valentina, mientras Paulina y Alison, dejando a un lado sus diferencias, colaboraban para detener la hemorragia.
El castillo, que se cernía sobre ellas con sus siglos de secretos y sombras, ahora se convertía en su fortaleza contra el caos de sus propias emociones y los peligros del mundo exterior. En ese momento de crisis, las cuatro mujeres se dieron cuenta de que, a pesar de sus conflictos y pasiones, su supervivencia dependía de su capacidad para unirse y protegerse mutuamente.
La tensión entre las cuatro mujeres se palpaba en el aire, espeso como la niebla que rodeaba el antiguo castillo de los vampiros. Valentina, cuyos labios aún temblaban por el beso robado, se enfrentaba ahora a la ira de Paulina y Alison, ambas protectoras de Dayra por distintos motivos.
Dayra, cuyo cuerpo se contorsionaba de dolor, intentaba en vano apaciguar los ánimos. "Paren, por favor", suplicaba, mientras las mordidas de Paulina y Alison, una suave y la otra fuerte, marcaban su piel pálida. La revelación de que su bebé llevaría el nombre de Mariana apenas resonaba en su mente atormentada por el dolor y la confusión.
Paulina, cegada por los celos, no podía soportar ver a Valentina tan cerca de su novia. "¡No puedes seguir besándola, Valentina! Ella está conmigo ahora", exclamó, su voz mezclada con un gruñido apenas humano.
Alison, con su enojo creciendo, se interpuso entre Valentina y Dayra. "Eres su ex, Valentina. Deja de complicar las cosas", dijo con firmeza, sus ojos destellando peligrosamente.
Valentina, sin embargo, no parecía dispuesta a retroceder. Con una sonrisa burlona y desafiante, se acercó nuevamente a Dayra y, en un acto de provocación, mordió la pierna de la mujer que aún se retorcía de dolor.
"¡Padre!" gritó Dayra con todas sus fuerzas, y el eco de su voz resonó por las paredes de piedra del castillo. "¡Esto no nos está ayudando a ninguno!"
El grito de Dayra pareció devolver algo de cordura al grupo. Las mujeres se detuvieron, mirándose las unas a las otras, dándose cuenta de la gravedad de su situación. Estaban en un lugar seguro, pero la noche no había terminado y los peligros que las acechaban fuera del castillo eran muchos y mortales.
Paulina, respirando hondo, se acercó a Dayra y, con un gesto de disculpa, ayudó a calmar su dolor con una caricia tierna. Alison, aunque aún molesta, se unió a Paulina, ofreciéndole su apoyo y protección. Valentina, finalmente consciente del daño que había causado, se alejó un poco, su mirada llena de arrepentimiento.
valentina mordio a dayra en la pierna muy fuerte embarazo a dayra , dayra grito para porfavor la novia de dayra eschucho sus gritos, dayra me duele auchh aa ayudame, alison agarro a valentina la asesino a valentina , paulina dijo que paso y, alison dijo a paulina
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