Lluvia de Cambios
Celestia yacía en el suelo, la lluvia caía implacable sobre su cuerpo, empapándola hasta los huesos. Su mente giraba en un torbellino de dolor y confusión. No podía creer que Paulina, alguien a quien apenas conocía pero que había mostrado un destello de preocupación, se hubiera vuelto contra ella con tanta violencia. Las palabras de Paulina aún resonaban en sus oídos, acusándola por hablar mal de Valentina, la líder de las matonas del salón.
El beso accidental había sido el punto de inflexión, un momento de desconcierto que dejó a Paulina paralizada y a Celestia aún más vulnerable. Valentina, observando desde la distancia, sintió una punzada de celos al ver a Paulina tan cerca de Celestia, la chica que secretamente le gustaba.
Cuando Paulina finalmente se alejó, dejando a Celestia desmayada en el suelo, Valentina no pudo resistir la oportunidad de acercarse. Con un gesto que mezclaba ternura y posesión, besó a Celestia, susurrando palabras de afecto que nadie más podía escuchar. "Me gustas, Celestia", confesó, antes de tomar la decisión impulsiva de llevarla a su casa para cuidarla.
En la casa de Valentina, Celestia despertó con el cuerpo adolorido y la mente nublada. Valentina estaba a su lado, visiblemente lastimada, con rasguños que no había tenido antes. Celestia se preguntó qué había sucedido mientras estaba inconsciente.
Valentina, con una mezcla de arrepentimiento y determinación, le contó a Celestia que había confrontado a Paulina por lo que le había hecho. La pelea había sido intensa, y Valentina había salido lastimada, pero no se arrepentía si eso significaba proteger a Celestia.
"¿Quieres ser mi novia?" preguntó Valentina, mirando a Celestia con una vulnerabilidad que nunca había mostrado ante nadie.
Celestia, aún procesando todo lo que había sucedido, se encontró con una decisión que nunca esperó tener que tomar. "Claro que sí, pero...", comenzó, su voz temblorosa. "¿Qué pasará ahora? ¿Cómo podemos estar juntas si todo el mundo está en contra de nosotras?"
Valentina tomó la mano de Celestia, entrelazando sus dedos con los de ella. "No importa lo que los demás piensen. Estaremos juntas y enfrentaremos lo que venga. Yo te protegeré."
Celestia miró a Valentina, viendo la sinceridad en sus ojos. A pesar del miedo y la incertidumbre, sintió una chispa de esperanza. Quizás, juntas, podrían superar las adversidades y encontrar un lugar donde su amor pudiera florecer lejos de las miradas condenatorias y los puños de las matonas del salón.