La Diosa Encerrada en el Juego de Realidad Virtual
Cristal Miller se adentró en un mundo digital como nunca antes había visto: al entrar a la tienda de los cielos, se topó con unas gafas de realidad virtual que, por alguna razón, estaban en descuento al 100%. Como si el destino la guiara, las tomó y se apresuró a su hogar con ansias incontenibles.
El juego que la llamó era 'Sube de Nivel Sin Parar'. Al iniciar, se encontró ante un espejo digital en el que podía personalizar su avatar. De alguna manera, el juego capturó su esencia perfectamente; replicaba su cabello blanco y largo, sus ojos tan claros y deslumbrantes como diamantes y su tez pálida, cálida al tacto como un manto de nieve recién caída. Era ella, pero en un reino de fantasía que prometía aventuras sin igual.
Justo cuando estaba a punto de sumergirse en su nueva realidad, un bot del juego se apareció antes de ella con una solicitud peculiar: debía elegir un título para su personaje. Las opciones desfilaban como una ruleta de casino, y contra todo pronóstico, el artefacto virtual se detuvo en el 1% más improbaba - el título de 'Diosa de los Mundos'. Un aura de poder envolvía ahora su presencia, confirmándole que no era una jugadora común y corriente.
Así inició su travesía, enfrentando monstruos y desafíos con una destreza sorprendente. Pero entonces, algo inesperado sucedió. Mientras exploraba los menús del juego, se percató de una nota preocupante: la opción de salir había desaparecido.
Pronto, una convocatoria urgente llevó a todos los jugadores al punto de inicio. Rostros pálidos y ojos llenos de miedo se reflejaban a su alrededor, mientras el bot anunciaba la inquietante verdad: si intentaban quitarse las gafas por su cuenta, morirían en la realidad. Era un confinamiento digital con consecuencias mortales.
Otro anuncio siguió: todos se materializaron tal y como eran en el mundo real - su cabello, piel, género, todo reproducido fielmente. Cristal, sin embargo, ya se encontraba así desde el principio, gracias a la precisión inicial del juego.
Pero las revelaciones no cesaron. Se les informó que, para recuperar su libertad, había que superar todas y cada una de las 100,000 mazmorras. Y aunque la mayoría podría resucitar con una probabilidad del 190%, existía un sombrío 8% de probabilidades de una muerte permanente en el juego... y en la vida.
Con el peligro tejiendo el destino, Cristal encontró un punto brillante en la oscuría: su inclinación hacia las chicas. Siendo ella misma una figura de belleza etérea con el título de 'Diosa', capturó la admiración de muchos, convocando un ejército de seguidores dispuestos a luchar a su lado.
Con cada monstruo derrotado, cada mazmorra conquistada y cada nivel superado, Cristal se hundió más profundamente en el juego. La línea entre la realidad y este mundo virtual comenzó a difuminarse en sus ojos rebosantes de determinación y fuerza.
Su nueva vida como diosa de los mundos en 'Sube de Nivel Sin Parar' apenas comenzaba, y ella estaba lista para enfrentar lo que fuera para sobrevivir y, quizá un día, volver a cruzar el velo hacia la realidad que una vez conoció.